Empresario ofrece recompensa a quien asesine al exmandatario
Brasilia, 8 Abr – El expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva pasó su primer noche arrestado en una celda de 15 metros cuadrados, donde desayunó pan con manteca, mientras afuera continuaba la vigilia de sus seguidores tras los choques del pasado sábado que causaron al menos nueve heridos. Lula, que está preso en la Superintendencia de la Policía Federal de Curitiba, es un «preso político víctima de la persecución implacable de sus adversarios», afirmó hoy su correligionaria, la exmandataria Dilma Rousseff.
Según Rousseff el líder del Partido de los Trabajadores es objeto de una «lawfare» o guerra judicial, que se propone «destruirlo y descalificar su papel en la historia» de Brasil.
Lula se encontraba este domingo en una celda del cuarto piso de la Superintendencia de la Policía Federal, en la zona norte Curitiba donde pasó su primer día de detención para cumplir una pena de 12 años y un mes.
Periodistas de los principales medios brasileños y también del extranjeros se trasladaron hacia la capital del estado de Paraná para cubrir la evolución de este arresto que causó una conmoción nacional.
«En su primera noche en la cárcel Lula duerme mal», tituló hoy en su portada electrónica el diario O Globo.
«El expresidente Lula estuvo en compañía de su abogado Cristiano Zanin Martins durante un largo período (del sábado por la noche), durmió tranquilamente y no fue maltratado», informó hoy el Comité en Defensa del expresidente, del que es parte el Partido de los Trabajadores.
La Policía Militarizada del estado de Paraná reforzó los controles en el entorno de la Superintendencia de la Policía Federal luego de los disturbios ocurridos en la noche del sábado.
Al menos nueve personas resultaron heridas, entre ellas tres menores, cuando la Policía Federal lanzó balas de goma y gases lacrimógenos a los seguidores de Lula.
Gleisi Hoffmann, presidenta del Partido de los Trabajadores, llegó a Curitiba para colaborar con el Comité en Defensa de Lula. La dirigente petista y senadora nacional por Paraná, se reunió el sábado con autoridades de la Policía Federal y anunció la realización de una «vigilia» por la liberación del exmandatario. El juez Ernan Mendez Silva Filho prohibió las manifestaciones en el entorno de la sede de la Policía Federal, dado «que pueden ocasionar trastornos a los vecinos de la región y una grave lesión al orden y la seguridad».
La decisión judicial no amedrentó a los lulistas mientras continuaban arribando ómnibus con activistas llegados desde el interior de Paraná y del vecino estado de Santa Catarina.
También se aguardaba la llegada de una caravana procedente de San Pablo, donde Lula se atrincheró durante dos días antes de entregarse a la Policía Federal.
Regina Cruz, miembro del Comité lulista dijo que «hasta ayer (sábado) llegaron unos 30 autobuses y ahora están viniendo más, muchos más, también están viniendo en autos y avión».
A unos 250 metros de la Superintendencia policial, en el barrio Santa Cándida, fue montado un campamento cuyos miembros se declaran en «vigilia permanente» hasta que se logre la «libertad» de Lula.
A pocos metros de la Superintendencia se concentraron el pasado sábado los opositores del expresidente que llegó a las 22.28 horas locales (01.28 GMT) en un helicóptero.
«Lula ladrón, tu lugar es la prisión», voceó el nutrido grupo de ciudadanos con banderas brasileñas y algunos vistiendo las camisas de la selección nacional.
Por otra parte en San Pablo el dueño del club nocturno Bahamas, Oscar Maroni, fue filmado mientras comentaba con amigos que iba a pagar una recompensa a quien asesinara a Lula en la prisión. (ANSA).
Redacción: Dario Pignotti
Foto: EPA
Fuente: ANSA LATINA
Transcripción A.C.A.: Carlos Romero (C.N.P. 24.081)