A raíz de una iniciativa del Gobierno de Portugal se celebrará entre el 21 y 26 de octubre la semana de la Herencia Judía en el marco del fortalecimiento de ese país como destino turístico judío. La Agencia AJN fue especialmente invitada para cubrir lo que será una semana de visitas guiadas a sinagogas, museo y centros de la vida judía y otros sitios que la comunidad considera pertinentes y relevantes.
Hace más de 500 años los judíos fueron expulsados o sometidos a una conversión forzada en la Península Ibérica, no obstante, la cultura sefardí resistió hasta la actualidad. Bajo el título de “Herencia Judía en Portugal”, es que ese país decidió fortalecer su posición como destino turístico judío.
La Agencia AJN y diferentes medios periodísticos judíos del mundo fueron invitados por el Ministerio de Turismo del Gobierno de Portugal para presenciar la celebración de la herencia judía local.
La comunidad judía local brindará una recepción encabezada por el presidente de la Comunidad Judía de Oporto, señor Michael Rotwell.

El programa incluye recorridos por destacados puntos de la vida judía en ese país. Se visitarán la sinagoga Kadoorie – Mekor Haim, sinagoga de Belmonte, sinagoga y museo luso hebraico de Abraham Zacuto y la sinagoga Beit Mayim Hayimv; Museo Judaíco de Oporto y Museo Judío de Belmonte; la Universidad de Coimbra, barrios y centros judíos y otros puntos fundamentales en la historia judía en Oporto y Belmonte que por supuesto estarán incluidos en la cobertura de AJN.
La Comunidad Israelita de Oporto expone el patrimonio cultural de los judíos sefardíes, expulsados de la Península Ibérica (“Sefarad”, en hebreo) hace más de 500 años, con una fuerte represión a partir de 1492 en España, luego extendida a Portugal cuatro años más tarde.
El 5 de diciembre 1496 se decretó la expulsión de los judíos portugueses, que para evitarla tendrían que ser convertidos en un período de cuatro meses. Los que se fueron, viajaron sobre todo al Norte de África, al Imperio Otomano o a los países de Europa Central, sobre todo a Holanda, pero también hacia Alemania e Inglaterra. Algunos, más tarde, atravesaron el océano hacia América del Norte.
Los que se quedaron en Portugal se vieron obligados a una conversión forzada por la Inquisición, practicando el judaísmo en secreto.
Cinco siglos después, las solicitudes de nacionalización de los descendientes de judíos expulsados aumentaron exponencialmente, impulsada por un cambio de la Ley de Nacionalidad vigente desde 2015. Hay miles y miles de peticiones y llegan de más de 50 países. Más de mil judíos ya lograron el reconocimiento de la ciudadanía portuguesa, según publicó expresso.sapo.pt.

Información: Agencia AJN
Transcripción para A.C.A.: Carlos Romero | C.N.P. 24.081|