En acanoticiasonline.com.ve tenemos el agrado de incorporar en categoria «Opinión» a la Licenciada Wendy Carmona (Humanidades y Ciencias de la Conducta / UAEM). Terapeuta en sexualidad consciente. Coaching tántrico. Mentoría y Coaching en liderazgo, IE y pareja.
Su artículo:
El Poder de la Energía Sexual
El ser humano muchas veces no está consciente de su grandeza y poderío, desperdicia su energía en estallidos de ira, tristeza, coraje, pereza y una serie de acciones y emociones sin enfoque, desperdiciando así la energía que genera.
La energía sexual natural que poseemos regularmente es reprimida o usada para producir un encuentro íntimo que descargue esa necesidad creada a raíz de ansiedad, estrés o incluso la necesidad física y emocional de amor, aceptación, atención o deseo carnal, entre algunas otras.
Cuando la emoción base de la energía sexual producida es negativa, la energía que compartirá con su pareja será justamente igual, negativa. En el acto sexual la energía que se comparte se multiplica, lo que des regresará a ti multiplicado. El sexo crea un ciclo energético entre la pareja, lo que das regresa.
Por el contrario, si la energía sexual a compartir surge del amor, de la atención, de la compasión, de brindar bienestar, del servicio, de la gratitud o ternura, de la alegría esta energía que se comparte será pura, limpia, creando y multiplicando la energía de ambos ya que la intención no es evadir o vaciar una emoción, por el contrario, es un privilegio. Se convierte en un ritual de amor donde solo me acerco cuando estoy siendo lo mejor, para dar lo mejor y a su vez merezco recibir lo mejor. Este ritual de dar y recibir incrementa de manera exponencial la energía física y vital, la expansión de la conciencia física, mental y emocional. Incrementa la conexión en pareja, la secreción de hormonas del amor, la felicidad y la fidelidad.
La energía sexual es la más intensa y poderosa de las energías que conocemos y crece aún más si se le suma el amor y sigue creciendo mientras más sentimientos positivos sume, pero debes manejarlo con cuidado, no todos solemos recibir, percibir y compartir todas las emociones como positivas.
La energía sexual limpia tiene muchas bondades estimula la alegría, la conciencia corporal, mental, emocional, de abundancia, pero debes ejercerla como un acto meditativo, en exploración, como si fuese tu primera vez y sin poner frenos, permitiéndote fluir y permitiendo fluir a tu acompañante si este es el caso.
Cuando hay una energía sexual limpia no necesitarías terapeutas, ni sustancias con las que estimularte. No le abrirías a cualquiera las puertas de tu vida, buscando a ese alguien que quisiera amarte.
Si conocieras el Poder del Sexo, comprenderías que tu cuerpo es más sagrado que un templo, y no permitirás que nada ni nadie lo profane.
Lo alimentarías de energía limpia, de sentimientos puros de amor. Pondrías limites claros y de ninguna manera recibirás toxicidad ni en las relaciones ni en otros venenos (como muchos de esos que tú llamas medicinas o alimentos).
Si conocieras el Poder de la energía vital (sexual) estarías al tanto que el cuerpo se cura a sí mismo. Más aún, nunca hubieses estado enfermo. ¿Por qué? El simple gozo por vivir incrementa la salud, la belleza, la abundancia, la capacidad de creación y materialización. El cuerpo es un portal a la conciencia y sabiduría, su utilizamos la sexualidad para el placer, sin embargo, podrías elegirlo para hacer una práctica placentera, meditativa, expansiva de conexión, sabiduría y compartimiento de energía con fines trascendentes para ti y tu pareja, una emulación del éxtasis. Una evocación al Origen del Ser, un fractal de la Creación en el que somos co-creadores. Puedes reinventarte mediante la meditación sexual.
La sexualidad reprimida, resentida, nos puede llevar a oscuros extremos. Al uso indiscriminado, burdo y vacío del sexo, satisfacción física y quizá mental, pero no emocional, de conciencia y con un vacío energético, yo lo definirá como deslealtad a la grandeza de tu ser, profanando lo más Sagrado que tienes y convirtiéndolo en fuente de dolor, de tortura, de distorsión.
Quién entrega su cuerpo sólo con deseo, sin amor, se condena a sí mismo a un vacío emocional, insatisfacción de ser, de estar y de compartir, nada será suficiente y terminará por devorar momentos, emociones, personas. Consumiendo por capricho, depredando.
Puede ser que sólo encuentre paliativos a su ego, su soledad o su dolor, pero podría atraer más carencia y vacío. Y así se degenera su ser, quizá aparezca la enfermedad emocional, depresión, la dependencia, el cansancio, la apatía, la frialdad e insensibilidad del cuerpo y del corazón. Así se pierde el poder personal de la energía vital y de la creación de un vínculo energético, es como su humanidad quedará resumida a ser solo un producto, un objeto y no un ser.
La sexualidad es belleza, pureza, es la energía de la vida misma, que recorre tu cuerpo ahora mismo. Cuando reprimes o forzas tu sexualidad estás negando tu propia energía vital, tu conexión con el todo, con la vida misma. Cuando haces más importante el sexo físico, estás negando una parte (la más importante) de ti mismo
Wendy Carmona
Lcda. Humanidades y Ciencias de la Conducta
Terapeuta en sexualidad consciente
Coaching tántrico
Mentoria y coaching en
liderazgo, IE y pareja.
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Transcripción y Embeds (Videos | Tweets) ACAeslaNoticia: Lcdo. Carlos Romero |C.N.P. 24.081|
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