A pesar de todas las contradicciones que existen en la mesa del debate político y en la sociedad civil las elecciones regionales se van a realizar el próximo 21 de noviembre, con prescindencia incluso de algún acuerdo validado por la comunidad internacional y a riesgo de que sean consideradas ilegítimas al igual que las parlamentarias de diciembre de 2020.
Pero, si por un momento apartamos la discusión sobre el reconocimiento internacional y nos centramos en el evento electoral como tal, entonces hay que entrar en el terreno del análisis pragmático de las realidades y ubicarnos en el escenario del qué hacer, o en el dejar de hacer.
Si optamos por el dejar de hacer, la tenemos fácil puesto que ya tenemos experiencia en ello: nos acogemos al llamado de Abstención, nos quedamos en casa viendo televisión, haciendo críticas por WhatsApp, denunciando la inmortalidad del cangrejo y nos declaramos ganadores de haber deslegitimado el proceso electoral. Esa opción, por probada, ya la conocemos y se quedarán en manos del gobierno de Maduro todas las gobernaciones, alcaldías, concejales y legisladores a elegir.
¿Qué esperas para pedir esa deliciosa torta o postre de «Tres Leches»?
Seguirán administrando vacunas anti Covid19 sin plan alguno, y nos alegraremos de que el gobierno con ocasión de alguna efemérides nos barra, pinte, ilumine y quizás nos bachee algunas autopistas, eso sí, hasta que vuelvan a pasar los santos.
Maduro bailará con Cilia y quizás de premio nos dejen salir a la calle 14 días seguidos aunque no sean vacaciones y nos despachen algo de gasolina. Eso ya lo sabemos.
Si por el contrario optamos por el qué hacer, tenemos dos caminos a escoger.
1) El de la violencia, que si bien se sabe cuando comienza, nadie puede señalar cuando termina. Eso sin ponderar que el monopolio de la violencia estatal lo controla el Madurismo. Nos dirían en los barrios, y calles de Venezuela «ahí no tienes gane».
2) El pacífico, político y electoral, cuyo instrumento de lucha es El Voto camino escogido por los integrantes de Unión y Progreso.
Con base en ello debemos señalar y denunciar factores que hacen un uso distorsionado de aparentes verdades con el objetivo de ocultar su verdadero interés a la población votante.
Son precisamente las cadenas comunicacionales de la oposición y del gobierno que manipulan voluntades, socavan el interés en salir del régimen actual de gobierno a través del voto, sabotean alianzas, negociaciones que nos garanticen encontrar el hilo que nos conducirá al objetivo general de recuperar el Estado de Derecho, reinsertarnos en la economía mundial aprovechando nuestras ventajas competitivas. Son precisamente esas cadenas quienes creen disponer, tener la verdad y no la Verdad, hacen el trabajo de zapa para debilitar la imperativa unión nacional y posicionarse en el espectro electoral, sin atinar a comprender que actuar así, escondiendo intereses personales, grupales o sectoriales es arremeter contra la ética política.
Unión y Progreso apenas comienza el arduo trabajo de presentar la concepción de lo que debe ser un Estado moderno y el cómo debe funcionar en los diferentes peldaños, entiéndase en el ámbito nacional, regional y municipal, ello requiere de verdaderos líderes, gente que reconoció y se apartó a tiempo de la vía errada de enfrentar al actual régimen con violencia, de solicitar la intervención armada extranjera y consecuentemente convertir a nuestro país en un Estado Asociado a USA.
¿Qué hay detrás de las aparentes inocuas informaciones y artículos de opinión? ¿Cuál o cuáles son los intereses que dirigen a los articulistas de WhatsApp si sabemos que la voluntad, la intención del voto de la población venezolana está sobrestimada por la emoción y esa es una de las razones por la que los asesores del actual régimen han tenido especial cuidado de dirigir mediante evidentes técnicas conductistas, más aún cuando el 80% de la población electoral les repudia?
Nosotros estamos conscientes en que quienes estamos monolíticamente opuestos al régimen, alejados de cualquier cohabitación con Maduro, tenemos el deber de postular una plataforma única e inequívocamente opositora al electorado nacional. Dichas así las cosas, las puertas y el afecto de Union y Progreso Carabobo están abiertas para todos aquellos que quieran presentar su mensaje sean independientes, miembros de la sociedad civil o de algún otro actor político, porque es deber de todos presentar un frente unido que nos conduzca a la recuperación de los espacios administrativos que hoy ejerce el socialismo del siglo XXI en Carabobo.
Rafael “El Negro” Blanco
Coordinador de Unión Progreso en Carabobo
Instagram: @rafaelnegroblanco
Twitter: @rnegroblanco
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Información : Prensa Rafael “El Negro” Blanco |
Transcripción y Embeds (Videos | Tweets): Lcdo. Carlos Romero |C.N.P. 24.081|
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